El texto es una reflexión sobre la vida humana y su significado. El autor cuestiona la idea de que la vida consiste en simplemente existir y acumular años, argumentando que la vida está compuesta por momentos que se crean día a día y que cada uno de nosotros tiene el poder de mejorar nuestra vida a través de nuestras acciones. El autor también critica la idea de que la felicidad es el objetivo final de la vida, sugiriendo que esta obsesión puede llevar a rivalidades y conflictos con los demás. El autor concluye que la vida es un misterio y que nuestra existencia humana es un drama que solo puede ser entendido a través de la creencia en un Dios creador.