
¡Qué tonto que somos los seres humanos!, creemos que debemos saberlo todo, controlarlo todo, y no nos damos cuenta que la vida misma se trata de eso, de lo ignoto, lo desconocido; nacemos con los ojos cerrados y los puños apretados: así es como recibimos la bienvenida a este mundo, y no sé si por miedo o por impotencia: todos lloramos. A continuación, viene el periodo de descubrir nuestra propia cosmogonía, ya que el mundo que nos rodea y que nos tocó vivir, es totalmente desconocido para nosotros.
Luego, a medida que vamos creciendo, nos hacemos un listado de interrogantes a los cuales hay que darles respuestas: ¿Quién soy yo? ¿Para qué vivo? ¿De dónde vengo? ¿Para dónde voy? ¿Qué sentido tiene la vida? ……………. Y que difícil se hace encontrar las respuestas, no en vano Mario Benedetti¹ decía al respecto: “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”. Porque las interrogantes de la infancia, no son las mismas de un adolescente, ni las que se hace un adulto, ni mucho menos las de la vejes. Pero ahí no termina el listado; como si fuera poco, todavía hay más interrogantes, que surgen a medida que somos conscientes de nuestra absurda y al mismo tiempo paradójica pero maravillosa existencia, y estas interrogantes son tan importantes, como las anteriores y a las que también hay que dar respuestas. La segunda batería de cuestionantes son las siguientes: En este drama llamado existencia: ¿Dónde me encuentro yo? ¿Estoy en el proscenio o tras las bambalinas? ¿Cuál es mi rol o papel en este drama que me tocó vivir y que yo no elegí? ¿a) Es mi rol el Protagónico?: es decir, que gran descubrimiento me toca aportar a la humanidad? Porque para la rueda, la penicilina o la teoría de la gravedad ( solo por mencionar tres (3) inventos que han transformado el curso, la historia de la humanidad) podría decir que han pasado dos cosas: 1- llegué muy tarde a este devenir de historias concatenadas o 2- simplemente los sumerios, Pasteur e Isaac Newton se me adelantaron. b) Me toco el rol antagónico? Es decir, Pasarme el tiempo llevándole la contra a todo y a todos, siendo un rebelde sin causa.? ¿Y c) Que tal sino me toco ser ni el uno ni el otro? sino un actor de reparto o complementario, por lo cual solo me toca observar el drama del que soy parte y ver pasar mis insípidos días para descubrir al final que solo fui una marioneta del destino? ¿Si esa fuera mi suerte, debo esmerarme igualmente, como si fuese el protagonista, porque, pensándolo bien, los actores de reparto si son buenos, también reciben un óscar en el cine y los aplausos del público en el teatro? To be or not to be, that is the question (ser o no ser, esa es la cuestion) dira William Shakespeare².
Y sin embargo, cuatro siglos después dirá Gandy³ que: estar vivo no es lo mismo que vivir, la vida no son los años, la vida son momentos que la forman día a día y tú la mereces. Vívela de la mejor manera…. Y cada día haz algo que la mejore. Solo uno está creando la imagen y puedes hacer que lo que ves en el espejo mejore a voluntad con acciones. Nunca mejorara sin que tú hagas que suceda.
¿De qué se trata todo esto? Yo hago mía la frase de Jorge Luis Borges4: He cometido un pecado grave, el peor de todos: ¡no haber sido feliz! Cuanta pérdida de tiempo, en tonterías, resentimientos, postrado ante la impotencia y la rabia, suspirando por ilusiones vanas…. nos afanamos y luchamos para obtener lo que queremos, por lo cual acuñamos el apotegma de los epicúreos o de los revolucionarios (que mas da de quien sea el crédito de la expresión!) si quieres algo, tienes que arrebatárselo a los que lo poseen!, de ahí viene nuestra rivalidad con los demás, de ver al otro como un adversario, y por lo que hemos sido, activos o pasivos, víctimas o victimarios, de zancadillas, traiciones, mentiras, etc., porque tenemos una necesidad imperante: ser feliz a toda costa!, esa es la panacea de la existencia, el elixir que da sentido a la vida y sin la cual nuestro paso por este mundo no dejaría de ser un sino azaroso…. Mientras tanto, el tiempo pasa y sigue pasando; si, pasa, pesa y pisa, dicen en mi pueblo, para al final llegar a la conclusión de que la vida es un conjunto de sorpresas, es como la piñata que hay que golpear con los ojos cerrados para que te dé las golosinas, porque mantenerse en estado pasivo no obtendrás más que las sobras que por casualidad o accidente cayeran cerca de tus pies…. Y al final de la fiesta: breve como un suspiro para unos, como una larga e interminable noche para otros o una carga pesada para algunos, volvemos a nuestro punto de inicio: con los ojos y los puños cerrados, aferrados a la cama, nos resistimos al siguiente paso: ¡la muerte! Aquí se añade otra pregunta existencial: ¿Es que la especie humana tiene por destino culminar en el fracaso definitivo de la muerte?

Erróneamente muchos le llaman el final del camino, cuando en realidad es el comienzo de otra vida, o si prefieres, la continuidad de la misma con otra modalidad y en otra dimensión. A groso modo, y para concluir nuestra humilde reflexión, voy a cometer la osadía de terminar de la manera siguiente: Nacemos sin saber, morimos con la mayor parte de nuestras interrogantes sin responder, porque pienso que de eso se trata todo este tinglado: de lo desconocido, de lo ignoto, de la sorpresa, del misterio……. por eso todo nos supera……de ahí la esencia del drama humano, y es aquí donde yo incluyo el elemento vital que aporta el momento más emocionante de cualquier trama, ( ya sea en el teatro, cine o televisión, y a la vida misma) Deus ex macchina! (Dios desde la maquina, traducción literal, pero su significado es más profundo) este drama, nominado existencia humana, no puede entenderse si rechazamos al autor del guión, que para algunos no existe, es un invento de la fantasía de esta especie denominada Homo Sapiens; para otros es un manipulador, un fastidio, sin embargo para mí y todos los creyentes le llamamos Dios……..Trino y Uno, Persona, (no cosa) Omnisciente, todopoderoso y eterno, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Post data: iniciamos a escribir este ensayo, durante el confinamiento provocado por la pandemia del covid-19, marzo-agosto 2020
1 Mario Benedetti Farrugia (Paso de los Toros, Tacuarembó, 14 de septiembre de 1920-Montevideo, 17 de mayo de 2009) fue un escritor, poeta, dramaturgo y periodista uruguayo, integrante de la Generación del 45, su prolífica producción literaria incluyó más de ochenta libros, algunos de los cuales fueron traducidos a más de veinte idiomas. 2 William Shakespeare (Stratford-upon-Avon, c. 23 de abril de 1564jul. – Ibídem, 23 de abril/3 de mayo de 1616)1 fue un dramaturgo, poeta y actor inglés. Conocido en ocasiones como el Bardo de Avon (o simplemente el Bardo), se le considera el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal. 3 Mohandas Karamchand Gandhi (Porbandar, India británica; 2 de octubre de 1869-Nueva Delhi, Unión de la India; 30 de enero de 1948) fue el dirigente más destacado del Movimiento de independencia de la India contra el Raj británico, para lo que practicó la desobediencia civil no violenta, además de pacifista, político, pensador y abogado hinduista indio. Recibió de Rabindranath Tagore el nombre honorífico de Mahatma (composición en sánscrito e hindi de mahā: ‘grande’ y ātmā: ‘alma’). 4 Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899-Ginebra, 14 de junio de 1986) fue un escritor, poeta, ensayista y traductor argentino, extensamente considerado una figura clave tanto para la literatura en habla hispana como para la literatura universal. La obra de Borges ha contribuido ampliamente a la literatura filosófica, al género fantástico y al posestructuralismo, e influyó profundamente en el realismo mágico de la literatura latinoamericana durante el siglo xx.